El Señor cuidará de Judá
1¡Pídanle al Señor que llueva en primavera!
¡Él es quien hace los nubarrones
y envía los aguaceros!
¡Él es quien da a todo hombre
la hierba del campo!
2 Los ídolos hablan con engaño,
los adivinos tienen sueños falsos;
hablan de visiones engañosas
y consuelan con fantasías.
¡Y el pueblo vaga como rebaño agobiado
porque carece de pastor!
3 «Se enciende mi ira contra los pastores;
castigaré a esos machos cabríos.
Ciertamente el Señor Todopoderoso
cuida de Judá, que es su rebaño,
¡y lo convertirá en su corcel de honor
el día de la batalla!
4 De Judá saldrán
la piedra angular y la estaca de la carpa,
el arco de guerra y todo gobernante.
5 Juntos serán como héroes
que combaten sobre el lodo de las calles,
que luchan contra jinetes y los derriban
porque el Señor está con ellos.
6 »Yo fortaleceré a la tribu de Judá
y salvaré a los descendientes de José.
Me he compadecido de ellos
y los haré volver.
Será como si nunca los hubiera rechazado,
porque yo soy el Señor su Dios,
y les responderé.
7 Efraín se volverá como un guerrero,
y su corazón se alegrará
como si tomara vino.
Sus hijos lo verán y se pondrán felices;
su corazón se alegrará en el Señor.
8 Yo los llamaré y los recogeré.
Cuando los haya redimido,
serán tan numerosos como antes.
9 Aunque los dispersé entre los pueblos,
en tierras remotas se acordarán de mí.
Aunque vivieron allí con sus hijos,
regresarán a su tierra.
10 Los traeré de Egipto,
los recogeré de Asiria,
los llevaré a Galaad y al Líbano,
y hasta espacio les faltará.
11 Cruzarán el mar de la angustia,
pero yo heriré sus olas,
y las profundidades del Nilo se secarán.
Abatiré el orgullo de Asiria,
y pondré fin al dominio de Egipto.
12 Yo mismo los fortaleceré,
y ellos caminarán en mi nombre»,
afirma el Señor.