1Juan, el anciano, al hermano Gayo, a quien amo de veras.
2Querido hermano, ruego a Dios que en todo te vaya bien: que tengas salud, así como prospera tu alma.
3La visita que he recibido de algunos hermanos me ha llenado de satisfacción. Me hablaron de ti, y dieron testimonio de tu fidelidad y tu conducta, que es conforme a la verdad del evangelio. 4Para mí no hay mayor alegría que escuchar cosas como estas acerca de mis hijos.
5Amado, tu fidelidad está probada en el servicio que prestas a la obra de Dios ayudando a los hermanos que pasan por ahí, en especial a los que no conoces personalmente. 6Estos han dado ante la iglesia un excelente testimonio del amor que les has manifestado. Me agradaría que cuando tus huéspedes se despidan para proseguir su viaje, pudieras encaminarlos y prestarles los auxilios que merece su servicio a Dios. “ 7Ellos, que se pusieron en marcha por amor al nombre del Señor, no quieren aceptar ningún socorro procedente de los gentiles, de los que no conocen a Dios. 8Somos, pues, nosotros quienes debemos acogerlos y ayudarlos, cooperando así con la verdad.
9Ya he escrito a la iglesia tratando este tema, pero Diótrefes, a quien le encanta estar en primer lugar en la iglesia, no quiere recibirnos. 10Por eso, cuando yo vaya (si es que logro hacer este viaje), tendré muy presente su conducta y la maldad de las cosas que dice contra nosotros. Además, no contento con eso, se niega a recibir a los hermanos que van de paso, y hasta tiene la osadía de prohibir que lo hagan quienes desean recibirlos en sus propias casas. ¡Y si alguno no le obedece, lo expulsa de la iglesia!
11Querido amigo, no imites lo malo, sino lo bueno, porque así como el que practica el bien demuestra ser hijo de Dios, el que persiste en lo malo demuestra no haberle conocido.
12Todos, incluso la propia verdad, dan un buen testimonio de Demetrio. También nosotros pensamos lo mismo de él, y ya sabéis que nuestras palabras responden a la verdad.
13Tengo otras muchas cosas que decirte, pero prefiero no hacerlo por carta. 14Confío en que pronto nos veremos, y que podremos gozar entonces de la ocasión de hablar personalmente. 15Que la paz sea contigo. Tus amigos te mandan saludos, y tú, de mi parte, saluda uno por uno a los que yo tengo ahí.