1¿Que cuándo sucederá todo eso?... No es preciso, hermanos, que os hable de ello, 2porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor llegará de modo inesperado, como llega un ladrón por la noche. 3Será uno de los días en que la gente ande diciendo: “¡Disfrutamos de paz y seguridad!” Pero entonces, de pronto, caerá sobre ellos la destrucción. Será algo tan repentino como los dolores de la mujer que da a luz; y nadie logrará escapar.
4Pero vosotros, hermanos, no estáis a oscuras para que la llegada de ese día os sorprenda como un ladrón. 5Porque vosotros sois hijos de la luz, hijos del día. Ninguno de nosotros pertenece a la noche ni a las tinieblas. 6Por lo tanto estemos en guardia y no durmamos como los demás; permanezcamos despiertos y seamos sobrios, a la espera del Señor. “ 7Porque mucha gente duerme y se emborracha por la noche; “ 8pero nosotros, que pertenecemos al día, debemos ser sobrios y estar revestidos de la coraza de la fe y del amor, y cubiertos con la esperanza de la salvación como el soldado se cubre con su yelmo. “ 9Porque Dios no nos ha escogido para descargar su ira sobre nosotros, sino para salvarnos por medio de nuestro Señor Jesucristo, “ 10que murió para que nosotros vivamos con él para siempre, ya sea que a su regreso estemos vivos o hayamos muerto. 11Así que animaos y edificaos mutuamente, tal como venís haciéndolo.
Instrucciones finales
12Por otra parte, hermanos, os rogamos que honréis a los siervos de Dios que trabajan entre vosotros, que os dirigen en nombre del Señor y os previenen contra el mal. 13Tenedlos en alta estima y amadlos de corazón, porque sin duda se esfuerzan por ayudaros. Y mantened la paz entre vosotros.
14Hermanos, también os pedimos esto: reprended a los perezosos, alentad a los desanimados, confortad a los débiles y sed pacientes con todos. 15Mirad que ninguno entre vosotros pague mal con mal; muy al contrario, procurad siempre lo mejor entre vosotros y con todos. 16Que la alegría presida vuestra vida. 17Nunca dejéis de orar. 18Dad gracias en todo momento y circunstancia, porque esto quiere Dios de quienes pertenecen a Cristo Jesús. 19No apaguéis el fuego del Espíritu Santo 20ni tengáis en poco las profecías. 21Examinadlo todo, pero retened sólo lo bueno. 22Evitad toda clase de maldad.
23Que el mismo Dios de paz os santifique por completo, y que guarde irreprensible todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, para el día del regreso de nuestro Señor Jesucristo. 24Dios, que os ha llamado a ser sus hijos, es fiel y actuará conforme a su promesa.
25Hermanos, orad por nosotros. 26Saludad a todos los hermanos con un beso santo. 27En nombre del Señor os ordeno que leáis esta carta a todos los hermanos en la fe. 28Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vosotros.