Cuarto discurso de Job
1A esto respondió Job:
2 «¡No hay duda de que vosotros sois el pueblo!
¡Muertos vosotros, morirá la sabiduría!
3 Pero yo soy tan listo como vosotros;
en nada siento que me aventajéis.
¿Quién no sabe todas esas cosas?
4 »Yo, que llamaba a Dios y él me respondía,
me he vuelto el hazmerreír de mis amigos;
¡soy un hazmerreír, siendo recto e intachable!
5 Dice la gente que vive tranquila:
“¡Al daño se añade la injuria!”,
“¡Al que está por caer, hay que empujarlo!”
6 Los salteadores viven tranquilos en sus tiendas;
confiados viven esos que irritan a Dios
y piensan que pueden controlarlo.
7 »Pero consulta a los animales,
y ellos te darán una lección;
pregunta a las aves del cielo,
y ellas te lo contarán;
8 habla con la tierra, y ella te enseñará;
con los peces del mar, y te lo harán saber.
9 ¿Quién de todos ellos no sabe
que la mano del Señor ha hecho todo esto?
10 En sus manos está la vida de todo ser vivo,
y el hálito que anima a todo ser humano.
11 ¿Acaso no comprueba el oído las palabras
como la lengua prueba la comida?
12 Entre los ancianos se halla la sabiduría;
en los muchos años, el entendimiento.
13 »Con Dios están la sabiduría y el poder;
suyos son el consejo y el entendimiento.
14 Lo que él derriba, nadie lo levanta;
a quien él apresa, nadie puede liberarlo.
15 Si él retiene las lluvias, hay sequía;
si las deja caer, se inunda la tierra.
16 Suyos son el poder y el buen juicio;
suyos son los engañados y los que engañan.
17 Él pone en ridículo a los consejeros
y hace que los jueces pierdan la cabeza.
18 Despoja de su autoridad a los reyes,
y les ata a la cintura una simple soga.[a]
19 Él pone en ridículo a los sacerdotes,
y derroca a los que detentan el poder.
20 Acalla los labios de los consejeros
y deja sin discernimiento a los ancianos.
21 Derrama ignominia sobre los nobles
y deja en vergüenza a[b] los poderosos.
22 Pone al descubierto los más oscuros abismos
y saca a la luz las sombras más profundas.
23 Engrandece o destruye a las naciones;
las hace prosperar o las dispersa.
24 Priva de sensatez a los poderosos,
y los hace vagar por desiertos sin senderos.
25 Andan a tientas en medio de la oscuridad,
y se tambalean como borrachos.